Publicado Marzo 17, 2023 | Ayleen Vargas

Ayleen Vargas

Escribir mi testimonio es una misión muy importante para mí, ya que alguna persona puede estar en la misma situación que estuve hace 3 años. Si es así, llegaron al lugar correcto, con la persona indicada.

Ayleen Vargas
He borrado y reescrito mi testimonio 20 veces porque no puedo acertar las palabras para explicar el bello trabajo de Claudio, un día irás y lloraras con solo verle a la cara, porque de un momento a otro solo sentía que era el único que no negaba mis sentimientos. Jamás me dijo, no llores, no estés tristes y por supuesto de todas las veces que decía que quería morirme, jamás me dijo no lo hagas. Claudio desde el corazón me decía, quiero que quieras quedarte con nosotros..
 
Tomar terapia con él, no fue mi decisión. Fue un acto de amor de un familiar desesperado para intentar salvarme. Padecía de depresión mayor con cuadros de psicosis. 
Solo resumiré que en aquel entonces cuando comencé mi terapia con Claudio no conversaba mucho, solo lo escuchaba, fue un largo camino por progresar. Tenía terapia cada 2 semanas y luego fueron todas las semanas debido a la gravedad que me encontraba, no había día que no pensara atentar con mi vida. La hipnosis me ayudó a descubrirme, a hablarme bonito, a darme tiempo, a comprénderme. Una hipnosis guíada por una voz cálida, que en esos lugares más oscuros que te puede llevar, siempre sientes que vas de la mano con una energía protectora.
Constelaciones familiares fue parte también de las terapias con Claudio, que fueron clave en mi progreso de sanación familiar, habían muchos "espacios vacíos e incógnitas". Pero también fueron ejercicios dificultosos, porque eran espejos, para las personas que padecemos depresión, los espejos son tormentos muy grandes.
 
Habian días de terapias que solo conversamos o solo lloraba, dónde el pecho vacío que tenía en aquel momento seguía vacío pero no estaba tan helado, lograba entibiarse un poco más.
Recuerdo que le decía a mi papá, llevame con Claudio por favor. Apoyaba mi terapia con profesionales como psiquiatra y psicólogo. Pero ninguno fue efectivo como la terapia que tomaba con mi compañero. Creo que Claudio es una especie de doctor del alma, porque sentía que mi síntoma principal era tener mi alma completamente destruida.
 
El día de hoy, ya no tomo ninguna pastilla de las 7 que tomaba a diario, tengo una hija de 6 meses y me mudé de ciudad. Debo confesar que lo único que extraño de Santiago, es al Dr. Del alma”.